En el siguiente estudio se catalogan algunos de los bienes materiales y etnográficos de Íllora. Ante el enorme número de lugares, enclaves y objetos, este estudio recogerá de manera los más sistemáticamente posible y con el sistema de coordenadas UTM, aquellos que reúnan las garantías de entrar en lo considerado como patrimonio etnográfico.
Las construcciones humanas han sido condicionadas por factores varios como el clima, la tecnología de cuando se han construido, el uso de éstas o la situación social de cuando se construyeron. También por la disponibilidad económica de quien las construyó o quien las mandó construir.
La vivienda, los graneros y establos; las albercas de riego y acequias, las eras y apriscos; los caminos y cañadas, las fuentes...eran algunas de las construcciones más importantes para cualquier sociedad antigua rural. El olvido que frecuentemente invade estos elementos los lleva al estado calamitoso de la ruina. Esto conlleva pérdidas no solo a nivel social. Ocurre a veces que una serie de animales y plantas tomaron provecho de esos elementos creando una mayor diversificación de la zona. Valga el ejemplo de las albercas y fuentes. En tiempos pasados, Íllora contaba con centenares de éstas por doquier. Y era tal la diversidad de fauna anfibia, aves u otras especies que atesoraban, que esas zonas han sido consideradas bioindicadores de la riqueza natural.
Hoy día, los nuevos sistemas de riego y la pérdida de estos puntos de aguas superficiales conllevan, no solo una pérdida de diversidad animal y vegetal sino un empobrecimiento patrimonial innegable. Curiosamente, con la pérdida de estas construcciones relacionadas con el agua, y dada en algunos casos su distribución de orla, han ido desapareciendo en las últimas décadas especies tales como el tritón pigmeo, la salamandra o sapo partero bético, así como números odonatos o invertebrados de carácter limnológico.
Lo mismo ocurre con especies de insectos de marcado carácter polinizador que al no disponer de esos puntos de agua dejaron de cumplir su importante papel. Esto viene a decir que cuando se abandonan ciertas construcciones humanas que durante centenares de años funcionaron, el entorno natural puede igualmente resultar deteriorado.
En el siguiente catálogo se repasará de forma metódica y objetiva todos los elementos de carácter etnográfico de la zona. Acompañado de una ficha con los datos necesarios sobre su uso, estado de conservación, emplazamiento y material gráfico de reconocimiento.