En las estribaciones de la Sierra Obéilar, en su cara norte y junto al monte, se encuentra una era algo particular debido a un emplazamiento atrevido.
Se dispone en una zona abrigada por una densa capa forestal que hace pensar que no fue tal en la época que se trillaba en ella.
En la actualidad, su conservación sigue siendo aceptable, aunque faltan algunas piedras de su muro norte y esto puede dar lugar a que pueda ocurrir el derrumbe por esa zona.