Las acequias son canales de riego que conecta el punto emisor de la fuente de agua con el receptor. Proviene de la voz hispanoárabe assáqya y esta a su vez de la árabe al-sāqiyah.
El transporte de agua en el municipio por medios mecánicos se conoce desde antiguo. Se han descubiertos atanores romanos cerámicos (D. Manuel Argüelles Márquez, Museo municipal de Illora)
El medio natural del municipio no ofrece la disponibilidad del agua como recurso suficiente para que aflorase como en otras zonas de la provincia (Alpujarras, Vega de Granada). Una cultura arraigada a las grandes superficies irrigadas, más bien la irrigación de pequeñas parcelas aquí se lograba a través de pequeñas albercas de mortero que a su vez regaba por acequias terreras por el método de inundación.
Así pues, fuentes, albercas y acequias han formado un equipo donde el estudio debe ser conjunto.
Los arroyos y río Genil del término han conseguido vegas de irrigación a través de acequias en su mayor parte de poca entidad, excepto las acequias del Genil a su paso por las vegas del “Puente Castilla” en desuso hoy día.
Algunas presas de derivación se han mantenido pero la falta de cuidados y los nuevos sistemas de riego mediante pozos, aljibes y pantanetas canalizados por tuberías y sistemas de riego avanzados, han dejado a la mayor parte de acequias terreras o de hormigón en ruinas e inservibles.
Existen restos de otras acequias por todo el municipio que se irán recogiendo como testimonio de otros sistemas más arcaicos de riego y otra agricultura basada en un modelo más sustentable y autárquico.