Con una implicación y unos antecedentes previos sobre la ejecución de proyectos del ámbito previsto, se decide desde la oficina de cultura del ayuntamiento, y acogiéndose a las ayudas previstas para este tipo de programas, actuar sobre un tema imprescindible para entender nuestra propia cultura y raíces: la etnografía.
Todo lo que en su momento fue una forma normalizada de vida y usos de técnicas ancestrales, se transforma y queda relegado por cambios tecnológicos, culturales y políticos.
Ello da como resultado que unos saberes y cultura remota van siendo olvidados, y el olvido cultural para cualquier sociedad es una forma de pobreza. No se debe de caer en el error de sepultar aquello que no nos toca, sino más bien saber qué cosas de nuestro pasado fueron útiles, por qué y de qué manera pueden ser aprovechadas y seguir conservando aquello que durante centenares de años fue básico y necesario.
Nuestro proyecto parte de un ámbito municipal, ampliando algunos de los temas a un ámbito intermunicipal, dado la cercana conexión en cuanto a la proximidad cultural y geográfica. Íllora, en sus casi 200 km cuadrados, dispone de un relieve diverso donde vega, zonas de secano y montaña se fusionan. Mantiene extensiones de monte mediterráneo importante, bosques fluviales de los mejores conservados de Andalucía Oriental. Un patrimonio geográfico e histórico reconocible de inmediato al acceder por cualquiera de los puntos de entrada por carretera.
Desde hace una década se vienen realizando grandes esfuerzos por la mejora del patrimonio por las diferentes administraciones y con la implicación directa de diferentes colectivos locales y asociaciones. Eso se puede observar en las mejoras y restauración de los dos monumentos más importantes del municipio, La iglesia de la Encarnación y el Castillo Árabe de Íllora.
Faltan, sin embargo, otras actuaciones en cuanto a lo ambiental y a lo que nos toca en este proyecto: la recuperación del patrimonio etnográfico que todavía queda.
Una vez detallada la planificación, se realiza el trabajo de campo. Para ello se hacen transeptos a pie o con vehículo tomando medidas, realizando fotografías, y evaluando el estado de la obra. Estos transeptos se vienen ejecutando en el tiempo disponible restante a la labor profesional de los participantes. Normalmente se cuenta con los fines de semana y aquellos momentos en los que se dispone de libertad de acción. La realización de fichas y la edición se realiza por la noche tras el trabajo. En cada ficha se recoge la información necesaria para su localización, su estado y sugerencias para posibles actuaciones por parte de propietarios o administración, en caso de encontrarse la obra en lugar de dominio público.
El equipo de voluntarios que forman el personal del proyecto es de cinco personas, a las que hay que sumar las aportaciones de aquellas personas que nos aportan información desinteresada a través de redes sociales, sobre todo cuando se solicita información.
El plazo de ejecución se divide en etapas anuales en las que el primer año se realiza el trabajo de campo y el segundo se prepara edición y elaboración de sitio web para su publicación.
En la web resultante se contará con enlaces de interés de las diferentes páginas de ámbito cultural, social, ecológico del municipio.