El Estanque de la Villa ha sido durante generaciones una de las albercas más famosas junto con Los Baños en Alomartes y La Charca en Íllora.
Se estima que su nacimiento viene regando desde época romana. Juntas o cercanas a La Villa se encuentran varias albercas que desde hace dos décadas han perdido su funcionalidad y, por tanto, un recurso para la vida silvestre de los alrededores, ya que esta zona era hasta hace unas décadas un punto de humedad donde numerosas especies de anfibios, odonatos, invertebrados acuáticos, y un sinfín de especies, utilizaban este recurso para su supervivencia.
Hoy día sólo el estanque de la Villa sigue estando activo, aunque ha perdido la enorme superficie de espadaña y vida silvestre al ser cubierto (no se sabe muy bien el fin) por una lona que lo hace infranqueable.
Las demás albercas de la zona se encuentran en un franco proceso de ruina.