Una presa de piedra y mortero dio pie a otra más reciente de hormigón igualmente abandonada. Regaban los pagos de Santa Catalina y Las Calenturas.

Recogían el agua que antaño circulaba todo el año por este lugar.

En la actualidad el lugar es de difícil acceso y solo pasa agua en épocas de bonanza climática.

El punto más cercano donde acercarse a ver este sistema antiguo de riego es desde la vereda que parte del Pilarillo de los Terreros y acercándose a pie hasta el arroyo.
Una finca ha cortado el camino tradicional desde el pueblo.

La cercanía de una fuente de 1.707 y algunos restos neolíticos suben el interés de la zona, donde también existen unos olivos milenarios de una variedad muy localizada, Lucio.

*Fue muy complicado el acceso a la zona para poder catalogar esta valiosa acequia.