La de Obéilar fue una calera importante en la última década del siglo XIX y su explotación la realizaba el Duque de San Pedro Galatino para la fábrica de remolacha de Láchar.
Se conserva un muro en la zona que seguro delimitaría toda la instalación. La calera y zonas donde se extraían las piedras hoy se encuentran cubiertas de maleza y del resto de un pinar que sobrevivió a un incendio en esta ladera en 1983. Se accedía a través de un camino desde la carretera de Obéilar, y tenía un muelle que posteriormente se transformó en una era.