Pequeño refugio construido entre el monte y la tierra de labor, a cuatro kilómetros de Íllora en una pared que sirve de lindero.
Cerca de los Tajos del Zumacal, es el más pequeño de todos los estudiados en la zona de Parapanda.
Los refuerzos de piedras que lo rodean se conservan sin deterioro.
Como las anteriores, la puerta está construida con piedras de gran tamaño en la base y según toman altura disminuyen las dimensiones de las rocas.
Orientada al sur.